La Mencía se usa para la elaboración de vinos aromáticos, afrutados y de color intenso. Sobre todo, para vinos jóvenes o con un periodo de crianza corto. Durante muchos años, se consideró como una variante de la Cabernet Franc. Porque tienen características organolépticas similares.
Por supuesto, en la actualidad queda claro que se trata de dos tipos de uvas diferentes. Aunque al inicio, eran muy pocas las regiones en las que se diferenciaban. No es el caso de la zona del Bierzo, ya en la Edad Media existían cultivos de esta vid.
Mayoritariamente, esta variedad de uva se usa para la elaboración de vinos tintos. Sean monovarietales o en coupage con otras variedades autóctonas. En general el resultado son vinos de buena acidez y con un grado medio de alcohol. Aunque eso dependerá de la altitud y la orientación de los terrenos en los que se cultive.