¿No sabes qué vino blanco gallego disfrutar? ¡Te ayudamos a elegir!
Si quieres ir a lo seguro, puedes optar por un Albariño de la DO Rías Baixas. De gran carácter atlántico como el Mar de Frades o algo más fresco como Condes de Albarei. Aunque, si lo que buscas es algo novedoso, puedes optar por un vino Albariño espumoso. Sea un Mar de Frades o un Altos de Torona, te encantará el sabor fino y vibrante, de sus burbujas.
Puede que prefieras la variedad Godello, otra gran reina autóctona. Te recomendamos un Pepa Porter de la DO Monterrei. Te dejará sin palabras, prometido.
No nos olvidamos de la tercera variedad en discordia, Treixadura. Hay muchos Ribeiros monovarietales con los que puedes darte un capricho. Es el caso del vino, Flor e Abella.
La otra opción, es buscar vinos plurivarietales en los que se combinen las tres grandes variedades de uvas. La combinación, sin duda, apetece.
Al final, los vinos blancos gallegos son vinos afrutados, en muchos casos de gran carácter salino, frescos y ligeros. Pensados para disfrutar solos o con los mejores platos de la gastronomía gallega: sus pescados y mariscos.
Además, son vinos atemporales. Perfectos para saborear en cualquier época del año.